En la india, la reencarnación se concibe como un hecho irrefutable. Sin embargo hace algún tiempo salió a la luz publica un curioso y sorprendente caso que a pesar de haber sido largamente estudiado por científicos, no se ha podido demostrar como un fraude.
Lo maravilloso de este caso es el grado de recuerdos de su vida pasada que llega a tener el niño. Hecho que si bien sucedió hace ya varios años, aún se conserva como claro vestigio de que la reencarnación existe.
Esta historia se inicia el día 19 de enero de 1951, en la India. Un niño llamado Munna, de seis años de edad se encuentra jugando frente a la tienda de su padre quien era el peluquero de la ciudad. Repentinamente dos desconocidos irrumpen en la distracción del niño. Sin que nadie se percatara de aquello, lo llevan a un lugar lejano, en donde se le da muerte.
El padre, al notar la ausencia de su hijo comienza a buscarlo por los alrededores de la ciudad, para encontrar más tarde al niño degollado a la orilla de un río.
Prontamente los hombres culpables de tan horrible crimen fueron encontrados y entregados a la policía, en donde no se pudo determinar una prueba del delito cometido, por lo que fueron dejados en libertad.
La familia de niño quedó desconsolada, y la madre sufriendo graves problemas nerviosos.
Seis meses más tarde este relato comienza a tomar ribetes deslumbrantes, cuando en otra ciudad de este país nace un niño que en sus primeros años comienza a mostrar un extraño comportamiento.
A los dos años les pedía a sus padres lo llevaran a su otra casa, decía que quería ver a sus otros papás y que le entregaran juguetes que nunca tuvo.
En ocasiones este niño lleno de temor les habla a sus padres sobre su otra vida. En la que fue asesinado por dos hombres. Contando detalles que hasta ese instante eran desconocidos para la opinión pública.
Esto llega a oídos del padre de Munna quien en variadas ocasiones intentó acercarse a aquel niño, hasta que finalmente los padres de él accedieron.
En cuanto el niño vió al peluquero y su mujer, se les acerco abrazándolos intensamente. Él los había reconocido. En ese entonces solo tenía 4 años.
Te habrás preguntado mil veces si ella existe, pero también has tenido miles de comprobaciones que dejaste pasar sin observarlas.
Te habrás preguntado mil veces si ella existe, pero también has tenido miles de comprobaciones que dejaste pasar sin observarlas.
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